Buenas noches a tod@s:
El otro día se me paso, pero ya hace seis meses que estoy en Chile y si juntamos con los dos meses en Manchester, ya 8 fuera de casa. Si, lo se, este va a ser un mail de esos un tanto lacrimógenos. Pero es que ya hace medio año, 24 semanas, 180 días que ando en un lugar donde la luna y el agua van al revés.
Han sido seis meses en los que descubrir que el castellano además de la lengua de Cervantes, es la de otra mucha gente que logra que palabras como pico, pajita, hueco y otras muchas hayan cobrado un nuevo sentido (gracias a Dios lo de “coger” es pasadas las montañas, aunque no os imaginais la de veces que se dice hueco). Seis meses en los que verme otra vez trabajando después de dos largos años y ver que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, y lo que en su día tuve en Acieroid, será casi imposible de encontrar otra vez. Tiempo de descubrir que la crisis no lo es todo, que en otros lados la prima solo es la hija de tu tío, y no tienes porque saberte los índices bursátiles de memoria. Tiempo de probar alguna comida nueva y cambiar (otras) dos veces de casa. Tiempo de intentar hacerte un hueco (veis como se usa mucho) entre la gente de otro país, y ver que a los 36 envidias a los niños pequeños hacen amistad con una enorme facilidad en el parque. Mucho, demasiado, tiempo para perderme cumpleaños, graduaciones, nacimientos y demasiados momentos con todo el mundo y que, por desgracia, es imposible recuperar. Y aun ha sido más tiempo para no estar con mi familia y mi chico, que deje en España mientras me iba a la otra punta del planeta a buscarme la vida, como ya hicieron nuestros abuelos y ahora nos toca hacer a nosotros.
No todo ha sido tan fácil como pudiera parecer, y como muchos habéis leído alguna vez entre líneas (yo creo que es más porque me conocéis) días de bajón. Pero también otros de borrachera, de descubrir que el pisco debiera de estar en la misma lista que la nitroglicerina y al cocaína y que haya donde uno vaya hay gente dispuesta a echarte una mano sin preguntar, y abriéndote su casa y su grupo de amistades.
Además, y por si alguno no lo recordaba, el 11 estará Joe aquí. La próxima edición de mi tostón quincenal será con alguna foto de Jorge llegando a Chile. Todo un desafío y que muestra, como poco, lo valiente que es. Entretenido sí que estará el tiempo que ande solo, ya que la casa, salvo la cama y poco más, no tiene de nada. Así podrá entretenerse comprando. La verdad es que como siempre, si buscas puedes encontrar de todo aquí. Aunque en muuuuchos casos haya que buscar mucho. Con suerte nos pasaremos unos cuantos días en septiembre juntos y de vacaciones, y así el cabrón rematara una temporada entre Alicante, viajecito en el barco y visita al Londres Olímpico que da mucha envidia, y no de la sana.
Pero bueno, no todo tiene que ser odas a lo que no hay o deja de haber. Como sabéis esto es lo más árido del planeta porque ni las nubes quieres acercarse. O sea que estamos en una zona marginal. O sea el sitio perfecto para que los políticos prometan mucho. El lugar perfecto para que el presidente de la República venga a hacer propaganda, visite un hospital que prometió hacer y se de una vuelta…. Y de paso unas cuantas fotos con los obreros… y una conmigo. Ahora ya sabéis quien es ese señor con el que salgo en la foto: Sebastian Piñera, excelentísimo Presidente de la República de Chile. Y es que estas cosas solo pasan cuando andas lejos de tu casa.
Pues nada chicos. Que la siguiente foto no será con un político sino con Jorge, que ya es hora de que nos hagamos una foto juntos otra vez.
Besos&abrazos.