Ya está pasado el primer tercio de viaje, y ya ha pasado un
mes completo de estancia en Lima. La verdad es que volando. Cuando me preguntan
qué tal la vida aquí, para mí, y en este mes, no se ha notado casi la
diferencia de Sgto. Si me apuras por el tema de la novedad me he movido incluso
más.
Una cosa que me queda clara es que esto está mucho más atrás,
mucho. Pero también es verdad que el potencial esta, y que la gente es mucho más
cálida.
Jorge estuvo un fin de visita marital (más bien día y
medio), y programe para que viera distintas cosas. Lo primero fue un paseo por
Miraflores, que es uno de los distritos pijos de la ciudad. Incluso le lleve a
Larcomar, que es un centro comercial prácticamente “colgado” del barranco que
es la línea costera limeña. Y también comimos en uno de los restaurantes más
conocidos de por aquí (uno de tantos). Y me decía “pues bien limpio y bonito
que es Lima, no sé porque te quejas”. Pero tras la comida fuimos al centro histórico…
y ahí la cosa cambio. De momento todo se vuelve más…. racial. Y la sensación de pobreza, de país emergente (linda palabra para lo que antes eran los países en vías de
desarrollo o subdesarrollados). De hecho no saco su móvil ni una vez. Ojo, que
la Plaza de Armas de Lima es preciosa, simplemente magnifica. Se nota donde era
la capital, en la majestuosidad de los edificios. Y por eso mismo, viendo como
en buena parte están pidiendo a gritos una conservación, se puede apreciar mas
donde estas realmente, y como es la realidad para un 90 % de la población.
De lo del restaurante hay que decir que la leyenda urbana es
cierta: en Lima se come de maravilla, y prácticamente en cualquier lugar. No
solo es ceviche, es que la cocina en general está elaborada y con sabores
estupendos. Y es más, un muy buen restaurante, vinos y postres incluidos,
pueden ser unos 40€ por cabeza. Os puede parecer mucho o no tal como están las
cosas en España ahora, pero os aseguro que merece la pena. Y viniendo de
Santiago el contraste es dolorosamente mayor, ya que el servicio y la comida allá,
son tan malos…. Sobre todo el servicio. El que salgas del restaurante diciendo
que no solo comiste bien, sino que además toda la experiencia fue buena (como
referencia fui a Pescados Capitales, La Cabrera y La 73)
No solo en eso está la cosa más movida. También en lo
cultural. No sé por qué, pero ha sido llegar aquí y volver al teatro, y así en
un mes he ido dos veces, cosa que en Chile no logro. Parece que esas cosas las están
cuidando y se nota.
Para mí el siguiente paso será Machupichu con Jorge el 15 de
agosto. Uno de los destinos que más ganas le tenía. Ya mandare las fotitos.
Y ahora os dejo una anécdota de cómo le falta a esto camino,
y de la inseguridad que hay que la ciudad. Cuando tomas un taxi a la salida de
la discoteca, personal de seguridad te graban con una video cámara, graban al
chofer y la matrícula del coche… como medida de seguridad para posibles
atracos. Y cuando lo mencionas alucinando, resulta que te dicen que está bien,
que es una buena medida. ¿Os imagináis que nivel de atracos y secuestros hay en
los taxis para que eso se haya estandarizado? Yo casi aprovecho para saludar a
la familia por si eran mis últimas palabras…..
Besos&abrazos