Supongo que a todos os ha pasado alguna vez, y más por las
edades que todos vamos rondando, que una canción, una película o un bar os hace
recordar esa época de hace años que os vuelve a la juventud. Pues últimamente
vivir en Chile es algo parecido.
Como sabréis el piso en el que estoy (departamento aquí…)
nunca me acabo de convencer, por mucho que este bien. A eso lo sumamos que el
dueño lo ha puesto en venta, y ya estamos otra vez en la búsqueda de casa. O
sea que en breve una mudanza nueva…. Otra vez….
Bueno, esto venia a que una vez lanzado al mercado
inmobiliario santiaguino, te topas con la realidad que vive el país. Los pisos
literalmente desaparecen, y del año pasado a este el aumento de los precios
puede estar en un 30%. Como suena. Mucha de esta locura es que el país está
mejor. Y como consecuencia, al número de extranjeros que hemos llegado, y que
como todos queremos vivir en la misma zona, eso hace que los dueños de los
pisos se froten las manos y estén subiendo los precios sin límites. Esto
también ha hecho surgir una nueva profesión de moda: los corredores de
propiedades, que prácticamente a estas alturas solo tienen que esperar a que la
comisión les caiga del cielo, porque toooooodo se alquila. Da igual estado y
situación.
Creo que todo esto me recuerda demasiado a hace ya 7 años,
cuando conseguir una casa en Madrid, y sobre todo en algunos barrios, era una
profesión de riesgo. En muchas ocasiones con la gente de aquí les comento que
se agarren bien a la silla, que a todos los que llegamos de España (y creedme
que somos cada vez más), esto hace que parezca que más que un avión, hayamos
tomado el Delorean de la película. Les podemos decir en que acabara como a
algún pobre se le ocurra inventar el sustituto del cobre… La torta que nos
hemos dado nosotros va a quedar pequeña.
La cosa esta que arde, y los que salimos quemados somos los
pobres pardillos de fuera. Muchos hemos criticado los guetos de extranjeros que
se forman en Madrid, y cuando sale en la tele las dificultades para lograr un
piso… pues bien empleado que les está, que cualquiera se fía!!. Bien, pues la
tortilla se da la vuelta y ahora es a uno al que le piden de todo para
lograr alquilar: contrato, que emitas cheques por todo el año, cotizaciones a
la seguridad social, aval…. Para que os hagáis una idea, yo a las (pocas)
visitas que logro, voy ya con una carpeta con todo eso para directamente
darlos. Si cualquiera de vosotros tenéis curiosidad por mis datos fiscales…
preguntad a cualquiera de Santiago porque tendrán un registro completo de todos
ellos!!!
Por lo demás aquí el verano se ha negado a irse, y la única
diferencia que se nota es que hay menos horas de luz. Días de 30 grados, ni una
nube en el firmamento, y la gente sigue en terrazas. Ya llegara el mal tiempo.
Mientras yo aprovecho estos días para pasear mucho, caminar más y pensar aun
más. No hay además viajes en el horizonte por una temporada, y nada como tener
rutinas tranquilas y no muy complicadas. El trabajo la verdad es que cada vez
mejor, y aunque lo de salir temprano está claro que no va conmigo, al menos he
vuelto a estar a gusto. Siempre he dicho que ya que hay que trabajar, al menos
que sea lo más agradable posible.
Por cierto, este domingo todavía no toca mi programa. No sé
cuando será, pero no creo que tarde. Todos los que han emitido fueron de los
que me contaron cuando estuve con ellos. Ya os avisare por mail y whatsapp.