miércoles, 8 de agosto de 2012

De la PDI y otros demonios


Buenas a tod@s:
Ya, ya sé que prometí que la siguiente entrega seria con Jorge en Chile y con alguna foto que lo atestiguara. Pero estos últimos días necesitaba escribir un poco, más que nada para desahogarme. Y ya que estamos por estos lares del mundo que mejor que el titulo de un libro de uno de mis autores preferidos…. Un poco versionado eso sí.
¿Y qué es la PDI?. Pues bien, es la Policía de Investigación. Son unos señores que se dedican, entre otras cosas, a controlar la inmigración en Chile. No, no os asustéis. Yo estoy legal y no habrá la suerte de que me deporten y me vuelva para España. Pero no así mi compañero. El no está con visa de nada, y aunque ya estaba en proceso de sacarla…. No la tenía el día de la fiscalización a la obra. Siempre nos pensamos los españoles por estos países que es como estar en casa, que estamos un tanto por encima del resto, y que eso de los papeles no va con nosotros. No es así. Cuando sales de casa, y aunque no es los Estados Unidos, hay que respetar unas mínimas normas. El no estaba con todo como debía…. Y lo arrestaron. Eso es algo exagerado quizá, pero sí que acabamos todos en comisaria tomándonos la declaración. Eso y dando el pasaporte. Gracias a Dios no el mío. Pero mi pobre compañero, que tiene viaje para dentro de unos días para ver a su hijo recién nacido a casa, tuvo que dejar su documentación. Y con ella las posibilidades de moverse del precioso lugar donde estamos. Esperamos todos que se lo den antes de la fecha del billete, pero no es muy probable. Tardan de uno a dos meses como poco… si no más. Mientras a firmar todos los lunes a comisaría y a rezar.

Cosas como estas te enseñan una realidad que no habías visto o querido ver. La de la inmigración ilegal. Mientras en España se discute si los inmigrantes ilegales deben tener derecho a regularizar su situación y sanidad, a 11.000 km de distancia muchos españolitos nos vemos en una situación que, si no igual, si es parecida. Cierto que los que estamos llegando somos casi todos titulados a ocupar puestos medios. Pero no dejamos de ser inmigrantes en un país que no es el nuestro. Aquí somos nosotros los del carne para extranjeros, los que no tenemos derecho a un contrato de teléfono al no tener documentación y la sanidad es un lujo. Alguno dirá lo de “pero tu allí estas produciendo, no como otros aquí en España, que solo vienen a aprovecharse”. Pues trabajar, trabajo por suerte, pero también conozco ya gente que ha llegado con lo puesto, y también estarán así muchos de los que ahora queremos echar de casa al irnos mal las cosas. Es mucha la distancia que llevo ya en los zapatos de los otros, de los “sudacas” que emigraron a la construcción a España. O si no mucha, al menos la suficiente para darme cuenta que algo si nos toca cambiar la mentalidad, y recordar que ahora son nuestros amigos, hermanos, compañeros … o uno mismo, los que intentan buscarse la habichuelas fuera.

Hoy le he pillado en la caseta llorando por un video de su hijo que le han enviado. De un niño que tenia 15 días cuando dejo lejos, para trabajar y poder seguir pagando la hipoteca….
Ya sé que muy dramático todo mi mail. Que menuda perorata os he echado. Pero solo era, como os he dicho, por desahogarme. Que no todas las mañanas uno puede ver las fotos que le envían de la familia por mail, y estar entero.
Besos&abrazos.

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