Buenas tardes a tod@s:
Esto ya parece un folletín quincenal más de esos que hay que esquivar. El
porqué ha pasado a quincenal es como todo culpa del desierto. Estaba claro
que no me iba a llevar un ordenador más a Calama, y es desde este donde os
doy la murga con mis mensajes.
Por partes. Lo primero lo profesional, que se que alguno estará pendiente
tal y como lo deje la última vez. Pues os conté que iba a comer con mi ex
jefe. Y así fue. La verdad es que fue muy agradable y un poco raro, porque
no había hablado con él desde hacia tiempo, cuando me fui de la anterior
empresa. Claro que esta vez, no le podía ver como jefe, sino como un ex
compañero embarcado en la misma (o parecida) aventura que yo. Estuvimos
cambiando historias y poniéndonos al día de este último tiempo. El ha estado
por Polonia, y de hecho se viene directo a Chile desde allí. El va, eso sí,
con la familia a todos lados. Dos mudanzas tenía pendientes: una desde
Polonia y otra desde Madrid, simultaneas, y para venirse a Santiago. Pero a
lo que os importa, que el resto os da exactamente igual. Me contó el
proyecto y como lo veía. Desde luego tiene MUY buena pinta y, aunque no vaya
a ser inmediato, trabajo con el habrá. Así que no me queda más que esperar
con cierta paciencia unos meses, y lograre dejar el desierto y la empresa en
la que estoy. Es curioso que al final el único enchufe que me vaya a servir
sea… el de mi ex jefe. Al menos habla de que me fui bien de Acieroid y
dejando buen recuerdo. Por lo que medio entendí seria como para septiembre,
con lo que mi pobre amor le tocara estarse cierto tiempo investigando solo
por Santiago. Pero bueno, lo justo solo.
También en este campo profesional esta que mi compañero y amigo Miguel ya
esta camino de España el muy cabrón. No sé si él ha sido más loco (se va al
paro), sus circunstancias son diferentes (tiene que hacer unos exámenes) o
que se ha plantado mejor que yo ante estos patanes. El caso es que me deja
con el marrón y muy solito en pleno desierto. También es verdad que de cómo
estaba la obra a como está ahora no hay color, y solo puedo darle las
gracias: ya no es un Everest de mierda y se ha reducido a un Teide.
Más cosillas. Pues que por fin fui a visitar los alrededores de Calama. Y es
que como os he dicho el más feo culo del mundo tiene cerca unos paisajes de
la leche y volcanes nevados de más de 4000 metros de altura. Además del
desierto más árido del mundo y salares infinitos. Como ejemplo, y sin que
sirva para que os acostumbréis, os mando en este mail un par de fotos. No es
fácil describirlo, y aquí el refrán de más vale una imagen cobra pleno
sentido. Me sigue pareciendo que los colores son más reales que en otros
lados, que es como si los vieras por primera vez. Y zonas como los salares
son dignos de una peli de Marte. Una idea sería el parque del Teide para
quien lo conozca. Pero mi consejo es que cotilleéis por Google imágenes una
vez más. También estuve en San Pedro de Atacama que es la “capital” de la
zona. Es como una especie de parque temático para turistas, que de puro
preparado para ellos resulta algo falso. Un similar a Pedraza, para quien
haya estado. En cualquier caso me encanto. Me quedan más excursiones, y
espero seguirlas haciendo. Aunque alguna dejare para cuando venga Joe.
Otra graciosa fue que, para celebrar que el otro capullo me abandonaba
salimos de juerga…. Por Calama. Buñuel hubiera sido feliz. O Dalí. Porque
más surrealista que la noche no la ha habido. De primeras fuimos al casino.
Como que a cual paletos? Os pensáis que el único del mundo es el de
Torrelodones???. Pues no chavales, que Calama tiene casino. Es como una
reunión de amas de casa adictas a las maquinas tragaperras, turistas
perdidos, ejecutivos sin poder ir a otro lado e idiotas como nosotros que
acaban allí la noche. Un “chou”. Y además hice de las pocas cosas que me
quedaban por hacer: tomarme unas copas en un bingo con 3 cartones cada mano.
Cada mano, que jugamos dos. Y fasion fasion. Que entre mano y mano hay
caraoque. Como suena.
De ahí a un local, que eso si, estaba bastante, bastante bien. Incluso la
música era agradable. Española. Obvio. Y ahí otras dos copas. Luego nos
pasaron a la disco como invitados VIP ( ni idea de por qué, pero el amigo
Jorge Fernandez sabe que yo atraigo ese tipo de cosas). Y a partir de
entonces solo tengo vagos recuerdos. Pero para que os hagáis una idea, es lo
mismo que si te metes en ciertas discotecas de Azca o Castellana… o mi
barrio. Salsa a todo volumen y regetton en cantidades industriales. Y copas.
Muchas copas. Miguel me quiso pagar en alcohol el que yo cocinara y limpiara
los platos (planchar y limpiar no que para eso tenemos nana) y consiguió que
nos agarráramos una borrachera de mucho cuidado. Pero de mucho cuidado. Al
menos nos reímos, que era lo que pretendíamos. Eso y una experiencia.
Por cierto ayer fui al concierto de La Oreja aquí en Santiago. Era en un
teatro, pero una pasada. La energía que tiene esa chica en el concierto
justifica su figura. Me lo pase genial durante las dos horas de conciertas
que nos dieron. Una pasada. Además la gente se sabía bien las canciones, y
no fui el único loco que cantaba a todo trapo. Lo pase mal en un par de
canciones que hablan de Madrid, como lo de “recordar, las tardes de invierno
por Madrid….”. Eso fue un poco duro, pero se soluciono subiendo el volumen
de la garganta un par de decibelios más, y listo.
Bueno guap@s. Pues nada más. Ya la siguiente entrega en 15 días. En ella os
contare que tal me va con la búsqueda de piso, que no es nada, pero nada
fácil….
Besos&abrazos.
Como estáis?. Que tal las cosas en el país que no iban a rescatar, que al final han rescatado a medias, que no van a terminar de salvar, pero que vete tu a saber? En serio que cada día que leo el periódico es para temblar. Nunca se que otra noticia mala sobre España va a salir. En muchas ocasiones tengo la sensación de que el país está en guerra y yo he tenido que salir de ella. Es como cuando en las pelis sale de un protagonista que ha huido del conflicto en su país, y solo oye como todo lo que dejo alla se anda cayendo. El otro día volvía a decirme un compañero que se nota mucho que en cuanto estas aquí no hay esa presión por todos lados de la puñetera crisis.