Buenas noches:
Si con algún sabor tengo que asociar mi cumpleaños es con el
de las fresas con nata. Mi hermana y yo cumplimos con solo dos días de
diferencia, y aunque lo normal para no castigar el hígado demasiado es que los
cumpleaños se celebren a la vez, como le explicas eso a un niño pequeño.
Pequeño y caprichoso, que siempre lo fui un rato. Una vez por Madrid, en el
Nebraska, tenían en el escaparate tartas enormes de fresa con nata. Pataleé
todo lo que quise y más hasta conseguir que para la segunda celebración, la mía,
la tarta fuera aquella. No creo que hiciéramos muchas más celebraciones por
separado, ya que la razón se impuso y con una sola mega cena y una tarta
(aunque siempre velas separadas), valía.
Pero los tres últimos años he vuelto a celebrar mi
cumpleaños solo. Mañana, no podré dar un beso a mi hermana. Dentro de una
semana cuando ellos se reúnan y yo celebre aquí será por separado, como quería cuando
era pequeño, y como ahora reniego con todas mis fuerzas. Daria muchas tartas
como aquella por poder volver a soplar las velas junto a ella.
Por encima de la morriña al hogar lo está a las personas, y sigo sin poder entender como el destino me ha puesto tan lejos de lo que quiero con toda mi alma, hasta el punto de doler. Una vez más, y van tres, mi deseo será que sea el último que tengamos que felicitarnos por teléfono. Que sea el último en el que solo pueda poner dinero y no ir a comprar tu regalo. El último en el que no pueda verte llegar desde la cocina con la tarta en manos y empezando el cumpleaños feliz.
Por encima de la morriña al hogar lo está a las personas, y sigo sin poder entender como el destino me ha puesto tan lejos de lo que quiero con toda mi alma, hasta el punto de doler. Una vez más, y van tres, mi deseo será que sea el último que tengamos que felicitarnos por teléfono. Que sea el último en el que solo pueda poner dinero y no ir a comprar tu regalo. El último en el que no pueda verte llegar desde la cocina con la tarta en manos y empezando el cumpleaños feliz.
Sé que estará en una situación parecida. Preguntando en que
momento el dado nos ha llevado a la casilla equivocada, y nos ha convertido en
personajes de Skype, en hermanos de Whatsapp.
Felicidades Tata. Mañana no podre decirtelo el primero, pero
cuando aquí todavía no es mañana, pero ya si es tu cumpleaños allá donde
nacimos, te deseo con todo mi corazón lo mejor. Hoy, mañana y siempre.
Esta vez no son besos para todos.
Es un beso para ti