Buenas tardes a tod@s:
Qué tal? Como van las cosas?. Esta vez algo más puntual, y
esperando otra vez coger tono literario (que luego mi cuñada me regaña), os
escribo desde una nueva edad. No una nueva edad del hombre. No es que hayamos
pasado de la Edad Media a la Moderna o así. Solo es que ya tengo los 38. Si. 38.
Como tooooooodos lo años repito, es peor la otra opción: no llegar a
cumplirlos.
Y todo tiene cosas buenas y cosas malas. Una de las cosas
buenas es que últimamente parece que la gente ha dejado la manía de echarme 3
años más. Y es que cuando a alguien le decía la edad que iba a cumplir, por
sistema se quedaban callados, y me tocaba decir lo de “ya, ya sé que aparento
más”. Pues eso parece que se ha detenido. Como también dice algún amigo, puede
que me quede anclado donde estoy, y a partir de ahora con 41 siga aparentando
los 38…. Lo único es una nueva frase, como poco tan peligrosa como la otra: “
pero si estas fantástico para tu edad”. Sinceramente me revienta mucho más que
aparentar más años. Por que suena a “chico, si respiras, que más vas a pedir”. Será porque es nueva, pero la llevo peor. Me entran unas ganas de pegar de
ostias a la otra persona y decirle “pues tu ahora estas mucho peor para la
tuya”.
Por cierto. El otro día, cuando me felicitaba gente de la
escuela se daban cuenta que nos habíamos conocido con 18. Es decir hace ya 20
años. Que queréis que os diga, doy la razón a la canción:20 años no es nada.
Pero la leche cuando te paras un segundo a pensarlo (otro tema es Raquel a la
que ya hace como 35 años que vengo soportando y no hay manera de despegarla)
En cuanto a la celebración en si fue bastante calmada (que
para eso uno ya tiene una edad). Una amiga vino de Colombia para el cumple y se
quedaba en casa, así que aprovechamos para el viernes hacer una “previa” y
salir unos cuantos a cenar a un restaurante de vinos que hay. Bastante bueno
por cierto. Probamos algún vino curioso como uno cultivado aquí pero de uva
garnacha: todo un descubrimiento. Y de ahí a una terracita a tomar un ron.
Al día siguiente (el sábado), era la celebración en sí. Me
toco levantarme pronto para terminar de comprar, y a media tarde empezar a
cocinar. Porque había prometido paella, y como uno antes muerto que rendirse,
termine en la cocina haciendo dos paellas a la vez. Que me perdonen mis amigos
del levante. Si ya hubo polémica con el arroz que hicieron Love of Lesbian en
la tele, si esto lo ven, me queman en fallas. Madre mía la que arme. Y es que
la cocina quedo como después de un atentado. Por un lado un amigo me prestó los
utensilios para dos arroces, que incluían las paelleras, quemadores y bombona
de butano incluidas. Ya hay descubres que eso abulta mucho. Y luego que lo que
veías tan sencillo en otros, si además lo tienes que hacer con dos fuegos
diferentes con dos paellas diferentes a la vez, es para pegarse un tiro… La
pena es que no se me ocurrió hacer una foto del proceso. Os hubierais estado
riendo un buen rato. Como anécdota contaros que eche habas (ni un comentario el
ala valenciana), que lograron que TODO se quedara con un uniforme color gris
oscuro, como si hubiera sido un arroz negro. Lo importante eso si es el final,
y ese sí estuvo bien, y el arroz quedo bueno, incluso desde el punto de vista
de españoles.
Y es que la reunión fue básicamente de españoles. Algún
representante de la tierra había, pero vamos, que de 18 que estuvimos, eran 4….
Lo hice en la sala común de una amiga, y básicamente fue estar charlando y
bebiendo sangría hasta las 3 que tocaba irse. La mayor parte además no siguió.
La mayor parte. Porque unos cuantos incorregibles si estuvimos de disco y
after… Supongo que hay cosas que ni con la edad se arreglan.
Lo bueno es que hubo celebración. Que ya a estas alturas uno
es capaz de hacer un cumple con 18 amigos, lo que no está mal. Con todo lo que
he ladrado y refunfuñado al menos otro “match ball” se salva, y el próximo año
ya se verá.
Por lo demás normal. Mucho trabajo. Mucho. Incluyendo algún
disgustillo. Y es que hay ocasiones que entiendes cuando Michael Douglas tuvo
su “Día de Furia”. De esta mi compañera y yo acabamos en la cárcel. Porque en
una de estas agarramos la escopeta y los matamos a todos. A todos. No dejamos
uno. El nivel de compromiso con las tareas y el trabajo es tan alto, que
no sabemos cómo hacer. Y en muchos casos termina siendo a golpe de riñón.
Concretamente de los míos…..
Al menos esta semana que entra es muy cortita. Porque jueves
y viernes es festivo, y un puente de 4 días no se tiene así como así. No hay
grandes planes a la vista, pero creo que caerá una excursión para hacer
Rafting. Eso ya os lo contare en la siguiente.
Y por ahora os dejo, que ya bastante largo he hecho este.